El legado Junoy



Hace unos años emprendí una exhaustiva investigación histórica que justificara mis sospechas referentes a la relación que nos une con las tierras de Gombrén, en donde se encuentra el Santuario de Mogrony. Después de innumerables solicitudes de información y -cuando no había más remedio- viajes, al archivo del obispado de La Seu d'Urgell, al archivo del Monasterio de San Juan de las Abadesas, al archivo histórico del museo de Arte Románico de Catalunya, y a los archivos parroquiales de Puigcerdá, Alp, Queixans, Urtx, Estoll, Gombrèn, Sort, La Pobla de Lillet, Campdevanol y Ripoll, he podido reunir el material suficiente para probar que estaba en lo cierto: nuestra familia está emparentada con los señores feudales que hasta hace pocos siglos (hasta el S.XVII) eran propietarios de todas las tierras desde Campdevánol hasta La Pobla de Lillet, toda la sierra de Mogrony, incluyendo el Santuario, además de muchas otras ermitas como Sant Marti de Puigbó, Sant Romá d'Aranyonet, Santa Magdalena de Solanllong y Sant Joan de Mataplana, por citar las más conocidas de esta región que abarca todo el municipio de Gombrèn (antiguamente Gombreny) y parte de los términos de: Campelles, Planoles, Castellar de N'Hug, la Pobla de Lillet y Campdevánol.

Pero empecemos a hacer historia. Para ello hemos de remontarnos al siglo XI y desplazarnos a la Cerdanya. En los archivos de La Seu D'Urgell se recoge ya las primeras menciones al linaje de la familia d'Urtx en relación con la elección del sitio d'Urtx como sede de los comtes (condes) de Cerdanya. Esta familia emparentó con la nobleza y entre 1081 y 1130, al menos, los vescomtes (vizcondes) de Cerdanya emplean el titulo de vescomtes d'Urtx. El primero en llamarse así fue un tal Bernat II, que era hijo del vescomte de Cerdanya, de Conflent y señor de Jóc, y hermano del vescomte Ramón II de Cerdanya.
El linaje de los Urtx poseía la senyoria (señorio) d'Urtx, en la que estaba comprendida el término de Queixans, la senyoria de la vall de Toses, además de otros lugares (así consta en la Seu d'Urgell, sin especificarse que otros lugares eran estos, cito textualmente: "i poseiban terras de bon conrreu i de pastoratge a mes de les senyories de la Vall de Toses i de Queixans". Es con el bisnieto de Bernat II vescomte d'Urtx, que se llamó Galcerán II senyor d'Urtx, de la vall de Toses, de Viá, de Bar, de Dorriá, de Tüir, de Estoer (Estoll), de Illa, de Aristot, de Campelles i del señorio de Jóc (más adelante veremos la importancia de la senyoria de Jóc en el Conflent, uno de los condados catalanes que el tratado de los Pirineos amputó dejándolo del lado Francés), que se inician los lazos con otro linaje importantisimo en la historia del Principado, con los senyors de Mataplana. Así fue como del matrimonio de Galcerán II con Blanca de Mataplana, baronesa de Mataplana, senyora de Blancafort y de la vall de Gombreny, nacieron 7 hijos. El mayor Galcerán III no tuvo hijos varones. El segundo fue Pere d'Urtx que llegó a obispo d'Urgell (1269-93), responsable de la firma de los pariatges d'Andorra por los cuales el feudo Andorrano se mantuvo al margen de disputas entre nobles del Principado primero y entre Franceses y Castellanos más tarde cuando las guerras previas al tratado de los Pirineos (1621). El tercer hermano fue Ramón II d'Urtx el cual heredó por parte materna la baronia de Mataplana y por parte paterna (viendo el padre que su hijo mayor no tendría

descendencia masculina) recibió el señorío d'Urtx y otras tierras (?!). Ramón II d'Urtx tuvo dos hijos, el mayor se llamó Ramón pero murrio joven sin descendencia y el segundo que fue el comte Hug de Mataplana, casó con Sibilla de Pallars en 1336, emparentando así con la tercera dinastía de los condes de Pallars. Por cuestiones de dotes (de los Urtx pasó a los Pallars y de estos al rey) la senyoria d'Urtx acabó como posesión de la corona. Poco tiempo después la senyoria d'Urtx con todas sus tierras (?!) pasa al vescomte de Castellbó (1359) y no es hasta 1698 en que se registra de nuevo una transferencia de propiedad a favor de la comunidad parroquial de Puigcerdá por favores que la curia hizo al linaje de Castellbo. Desde entonces la senyoria d'Urtx pasa por diferentes vicisitudes, se separan de su legado el termino de Queixans y de la Vall de Toses y se cede al Monasterio de Sant Joan de Ripoll el resto de tierras más alla de la Collada de Toses (la senyoria de Gombreny).

Pero volvamos al siglo XIV. La población de la senyoria d'Urtx (términos de Urtx y de Queixans) no era muy numerosa. En 1365 están registrados 41 hogares que disminuyen hasta 16 en 1380, no recuperándose este descenso hasta bien entrado el siglo XVI (14 hogares en 1553 y 34 hogares en 1595. En 1778 ya podemos conocer numero de habitantes que son 239. El máximo de población entre Urtx y Queixans se alcanza en 1857 con 478 habitantes. Después a lo largo de un siglo va disminuyendo hasta que encontramos 346 h. en 1900 y 265 h. en 1950. El siguiente censo en 1960 ya muestra señales de recuperación con 316 habitantes y en 1981 queda estable con 313h. de los cuales 48 h. pertenecen propiamente al termino d'Urtx, 41 h. al termino de el Vilar d'Urtx. y 51 h. al de Estoll, siendo el resto de Queixans que se muestra como el más poblado de los núcleos que formaron la original senyoria d'Urtx.

Revisando los documentos censales de 1778 encontramos la primera referencia a un Junoy de Queixans relacionado con Gombrén. El texto censal tiene un asterisco que lleva a una nota en el margen derecho (en parte no legible) que dice textualmente: "...3 familias, que son 41 habitantes, censan doble al poseer casa y tierras en Gombrén (Mas Junoy), en Bellver de Cerdanya (Can Saperas) y en Bagá (Mas Llofriu). Este hallazgo nos hizo revisar la documentación de transferencia patrimonial de la familia Castellbó a la curia (1698: Archivo de la Corona de Aragón) y comprobamos que en el acta notarial también se hace referencia a tierras y fincas que los Junoy tenían en indiviso entre los dos términos: Gombrén y Queixans. Pero fue cuando solicitamos información sobre la familia Junoy en relación con Gombrén al Monasterio de San Juan de las Abadesas cuando nos sorprendió saber que existió el Mas Junoy desde tiempos de Hug de Mataplana (1363), a las afueras de Gombren en el pla de Monegals. Volvimos a los archivos notariales de la familia Castellbó (por suerte muy bien documentados todos los actos de transmisión patrimonial desde el siglo XII en adelante) y encontramos una de las piezas clave que nos faltaban para entender la relación de los Junoy con Gombrén. En la cesión por dote que se hace a los Pallars cuando una hija de Hug de Mataplana se casa con un primo de su propia madre, la comtesa Sibila de Pallars, se obliga a mantener la indivisión de tierras del Mas Junoy. Hay una carta posterior (1670) del archivo de la familia Castellbó, en la que Arnau de Castellbó se dirige a su contable o a su administrador por otros motivos y le recuerda que no puede vender por partes las tierras del Mas Junoy en respeto a los deseos del legado de Hug de Mataplana, añadiendo -"como ya sabéis"- que el comte donó a la familia del "noi de Joc" (chico de Joc), de donde viene Jocnoy y posterior Junoy, por haber sido hijo natural de aquél. Era obligado, por curiosidad histórica, hurgar en el archivo parroquial de Jóc (Conflent-Francia) a 40 km de Queixans, y así fue como encontramos referencias históricas a la relación con la familia d'Urtx; concretamente en un acta matrimonial de 1353 consta que Raimon d'Ambres se casa con Constanza de Mataplana (?) y esta le aporta un hijo varón del que el acta hace referencia como "fill adoptiu de 10 anys" (hijo adoptivo de 10 años). En el árbol de la familia Mataplana no figura en esta época ninguna Constanza lo cual nos impulsó a buscar otras pruebas que confirmaran la sospecha de que podía tratarse de la amante de Hug de Mataplana y que el hijo que aportaba fuera aquel futuro Jocnoy que recibió de su padre el legado indiviso que más tarde se conocería como Mas Junoy. La casualidad jugó a nuestro favor y en octubre de 1993 recibí una carta de Joaquim Ruirá, historiador de Ripoll, que habiendose enterado por la secretaria del archivo del Monasterio de San Joan de las Abadesas de mis pesquisas, me hacia llegar copia de tres cartas que se guardan en el monasterio y que hacían referencia a la enclaustración de Constanza de Mataplana en 1362 a la edad de 49 años. En dichas cartas, cruzadas entre Odalrich de Puigcerdá, obispo d'Urgell, y la abadesa de Sant Joan de Ripoll, el primero solicitaba el favor de que se acogiera a Constanza, viuda ya entonces del señor d'Ambres, ya que este era el deseo de su protector el comte Hug de Mataplana el cual ya había provisto a su hijo ("fruit del pecat" (fruto del pecado) dice textualmente) de los bienes necesarios para que no dependiera de la herencia d'Ambres, legado que habría de ser destinado integramente al Monasterio que acogiera a Constanza.

Realmente no cabía en mi de satisfacción cuando pude completar esta particular historia. Constanza de Mataplana (no sabemos si era originaria de Jóc o de Queixans-Urtx, aunque si sabemos que vivió en Jóc hasta enviudar y enclaustrarse) tenia 49 años en 1362, por tanto casó en 1353 con el señor d'Ambres a la edad de 40 años y a esta edad aportaba un hijo de 10 años. Quiere esto decir que el comte Hug de Mataplana, -al cual en 1336 cuando contaba 18 años sus padres habían casado con Sibila de Pallars-, sobre 1343 hubo de mantener relaciones ilícitas con Constanza (entonces él tenia 25 años y su amante 30), de las cuales surgiría el linaje de los Junoy.

Así pues esta es la historia, vida y milagros, de como, por una relación amorosa, nuestra familia por parte Coll, que a su vez emparentó con los Clot-Junoy [recordemos que nuestra abuela Mª Luisa Clot Maciá era hija de Luis Clot Junoy, último caballero Desclot y portador del apellido Junoy (?) (por lo menos que sepamos nosotros); el cual era hijo de Jaume Clot Baradat y de Maria Junoy Vidal; y que por esta unión nuestra familia recibió Can Cirera en Tiana (Mas Junoy inicialmente) y las tierras de Cerdanya de los Junoy], tiene su origen en asentamientos de tierras que proceden directamente de un legado del comte Hug de Mataplana, señor de Urtx, de la Vall de Tosses i "de otras tierras" (entre las que está el señorio de Gombrén).